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Esfera Pública

Christián Gutiérrez.

Llegó Alfonso Martínez a la alcaldía de Morelia y tiene un enorme reto por delante; la administración anterior, del Partido Morena, dejó un municipio atascado en el lodo. La carreta se estancó tres años, y el trabajo que deberá hacer el nuevo Alcalde, tendrá que ser titánico.

Sin embargo, el Presidente municipal ya subió un primer escalón: llegó con un equipo de colaboradores que acumulan experiencia en el servicio público y eso le ayudará. También, Alfonso Martínez ya está saldando apoyos que recibió durante la campaña y lo está haciendo incrustando perfiles que le sumarán, porque también tienen experiencia. Estos pagos por apoyo en campaña, son perfiles que formaron parte de partidos políticos o que son integrantes de grupos de exalcaldes de la capital o de políticos consolidados, lo cual facilitará mover la carreta más rápido.

¿Qué retos tiene Alfonso Martínez en lo inmediato?

Diría que, la carencia de agua, es uno de los problemas mayores que tiene el municipio, pero que no se visibiliza y mediatiza tanto como la inseguridad pública. Salvo por los programas de denuncia ciudadana que hacen algunos medios de comunicación, el problema del agua poco se conoce y valora entre la población.

¿Qué hacer con este problema? Evidentemente, se necesita mucho dinero de entrada; aproximadamente, 4 mil millones de pesos para renovar la infraestructura hidráulica de Morelia. Esta cantidad es descomunal para que solo salga de las arcas del Ayuntamiento, por eso es algo que Alfonso deberá gestionar rápidamente con el gobierno estatal y federal.

Otro problema que se presenta con los asuntos del agua, es que algunos políticos suelen no invertir demasiados recursos en obra pública que consideran, “enterrada”. ¿A qué me refiero? Los políticos y los gobernantes -con excepciones- tienen la falsa idea de que solo la obra pública que se puede ver, les puede redituar en votos. Esta idea es falsa y anticuada, porque una buena estrategia y buenas campañas de neuromarketing político, salvan esa idea de que, lo que no se ve, no se aprecia y no se “premia” con votos.

No invertir en obra “enterrada” por miedo a no ganar votos, es apostar a la comunicación y al marketing clásicos, el cual no considera el conocimiento del cerebro y de la mente humana, y mucho menos logra persuadir de manera innovadora.

El segundo gran problema, es la inseguridad pública y la violencia en el Municipio. Para muchos, este es el primero de los problemas, pero en mi opinión, todo depende de la perspectiva que se utiliza para conocer y analizar los fenómenos sociales. O usted pregúntele a alguien que solo recibe en su casa el agua dos veces por semana y con baja presión, si preferiría que se trabaje en disminuir la violencia y la delincuencia en el municipio, o que se trabaje en que le llegue agua más días y con buena presión.

La teoría de la relatividad y el sesgo de confirmación, son temáticas que ofrezco en los cursos y talleres que le doy a políticos, con la idea de que se comprenda que, la neurocomunicación y el neuromarketing, se utilizan con éxito para que el ciudadano conozca y perciba los fenómenos, pero desde una perspectiva deseada.

Entonces, ¿qué hacer con el tema de la violencia y delincuencia en Morelia?

Ahora me referiré a lo que nadie suele considerar en sus análisis o narrativas: la mediación y la conciliación.

Veamos. El Modelo Nacional de Policía y Justicia Cívica es lo que se aplicará con la llegada de Alfonso Martínez, lo cual me parece correcto. Además, la llegada de Alejandro González Cussi, como Comisionado de Seguridad Ciudadana en Morelia, es un acierto del Alcalde, porque la solidez que tiene González Cussi, hará que pronto se aterrice una estrategia de seguridad, apegada al Modelo Nacional, lo cual también me parece oportuno.

Pero también creo, que el área que podría cerrar la pinza en este problema de violencia e inseguridad, es la Dirección de Derechos Humanos, Mediación y Conciliación que tiene el Ayuntamiento de Morelia. Esta área es oro molido, si se comprende bien lo que son los conceptos de mediación, conciliación y derechos humanos, y se le sabe aprovechar.

Si se opera bien, la mediación y la conciliación ayudan a disminuir las microviolencias que se presentan en el territorio. La clave está, en que esta Dirección tenga equipos de trabajo que sean muy buenos en comunicación, psicología social, leyes y funcionarios con sensibilidad humana. Mediar y conciliar ayuda a despresurizar y evitar la escalada en los conflictos vecinales, pero solo con esta visión y con recursos, este Centro de Mediación y Conciliación, podrá contribuir y sumar a la Justicia Cívica que operará González Cussi. 

Morelia, como municipio, tiene muchos más problemas, estoy seguro. Pero estos dos deben ser abordados en lo inmediato por su gravedad.

Ya estaré analizando cómo lo hace el Alcalde de Morelia.

* El autor es consultor, tiene estudios de doctorado en Política, de maestría en Comunicación, de maestría en Neuromarketing, de maestría en Ciencia Política y de licenciatura en Derecho.

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