Ciudad de México.- Álvaro Cázares García, secretario de trabajo y conflictos a nivel preescolar del Grupo Poder de Base de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en Michoacán, quemó un millón de pesos porque asegura que su líder, Benjamín Hernández Gutiérrez, lo quiso sobornar para que no denunciara la venta ilegal de plazas en el magisterio.
Aseveró que, lo hizo público porque ya está cansado de las amenazas de parte de su líder magisterial y de gente armada para que no denuncie la venta ilegal de plazas del magisterio que hace Hernández Gutiérrez y “sus secuaces”, el cobro por los cambios de docentes de una escuela o región a otra, o la asignación de plazas eventuales que eran para normalistas a “personas fantasmas”, de acuerdo con La Página Noticias en internet.
La reunión se realizaría en la Ciudad de México con el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, y el gobernador electo, Alfredo Ramírez Bedolla.
Los maestros se enfadaron por la decisión y aseguraron que seguirán con las acciones de protesta, como cerrar las oficinas de rentas del estado, pues quieren una solución al problema de pagos a 28 mil profesores estatales que no han recibido su sueldo desde agosto pasado, y hasta que eso no ocurra seguirán manifestándose.
El Grupo Poder de Base había amenazado con tomar el Congreso de Michoacán e impedir la sesión solemne de relevo de legisladores, pero los nuevos diputados locales le pidieron los dejara tomar protesta para después sentarse a dialogar, por lo que sólo entregaron un documento para que conozcan sus demandas y luego dialogar para encontrar una solución.