El domingo pasado se celebró el partido entre el Santos y el Gremio, donde el presidente brasileño se dio a la cita de presenciar el juego en las gradas del Estadio Urbano Caldeira apoyando al equipo local, en São Paulo, casa del Santos.
Sin embargo, se le negó el acceso al evento deportivo tras que las autoridades del inmueble mencionaran que, “debía estar vacunado” contra el coronavirus (COVID-19), mencionó, Bolsonaro.
Poco después, empezaron a circular vídeos en una entrevista con el mandatario brasileño, donde se encontraba afuera del Estadio: aclaró que no pudo ver jugar a su equipo, porque la directiva del equipo pide al aficionado estar vacunado, cuando el solo quería ver el partido del Santos.
Cabe mencionar que Bolsonaro no está vacunado y a lo largo de la pandemia, fue uno de los principales promotores “antivacunas”, asimismo, alentó a la población Brasileña a continuar con su ejemplo; afirmó que tenía anticuerpos porque ya contrajo COVID-19. El estadio del Santos solicita que hinchas cumplan regulaciones sanitarias de Brasil, donde más de 600 mil personas han muerto por COVID-19.
Autoridades sanitarias de São Paulo otorgaron al estadio del Santos el permiso para abrir la puerta a hinchas, respetando aforo del 30%, presentado prueba COVID-19 o estar vacunado. Al final, Jair Bolsonaro se retiró del lugar.
