Naomi Carmona / Grupo Marmor
Morelia, Michoacán.- La Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) no cuenta con la capacidad técnica y financiera para identificar 12 mil osamentas localizadas por colectivos de búsqueda de personas desaparecidas, ni podrá contar próximamente con un laboratorio forense propio que ayude a los familiares un mínimo consuelo.
Además de la incapacidad de la CEDH, las osamentas se encuentras repartidas entre la Fiscalía General de Justicia del Estado, la Secretaría de Seguridad Pública y autoridades municipales, sin saber quién tienen cuál porcentaje de restos, a decir del ombudsman michoacano, Marco Antonio Tinoco Álvarez.
“No hay identificación, tenemos ese problema, los familiares de las víctimas pasan por un calvario empezando por los grandes costos que les representa ir a sacar a un familiar y luego que se entreguen, si es que los encuentran. No tenemos la capacidad técnica ni financiera para poder hacer la identificación que marca la Ley General de Víctimas”.
Reconoció también que, son los colectivos de búsqueda quienes mueven a las autoridades para que cumplan con su responsabilidad:
“Generalmente los colectivos son los que mueven a las autoridades debo decirlo con mucha lástima, porque deberíamos ser las autoridades las que nos estemos ocupando de esto. No tenemos ni siquiera drones de identificación para establecer la huellas, es decir, nos falta mucho equipo y tenemos que admitir que prácticamente las madres son las que se han echado a cuestas la búsqueda de sus hijos”.
Para la instalación de un laboratorio propio, la CEDH requiere entre 12 y 15 millones de pesos para el primer equipamiento, más la contratación de personal para su operación.
A través de una publicación de La Jornada, se supo que, en promedio cinco personas desaparecen diariamente en Michoacán, mientras que la FGJE informó que del 2019 a la fecha han desaparecido 3 mil 800 personas.