En Oaxaca, tres pastores fueron encarcelados durante tres días y después expulsados de su comunidad por profesar una religión distinta a la católica.
Los pastores, quienes pertenecen al Centro Misionero y Manuel, ya fueron liberados y expulsados de la comunidad por violentar las tradiciones y usos y costumbres del pueblo.
El abuso de autoridad y destierro se cometió cuando personas encargadas de la iglesia local, pidieron una cooperación a los pastores para realizar las fiestas patronales.
Estos se negaron, argumentando que son parte de una ideología distinta, esto provocó el enojo de las autoridades municipales, quienes ordenaron su detención y clausura definitiva de su templo.