Mariana Rodríguez, titular de la oficina Amar a Nuevo León “se dijo triste y enojada” por las publicaciones que se han generado después de que, la semana antepasada, se llevó del DIF Capullos a su casa, al bebé Emilio, a quien tuvo por tres días junto con su esposo, el gobernador Samuel García.
En una publicación que difundió esta noche en sus redes sociales, la influencer agradeció a quienes la respaldaron por el “acto de amor”, que hizo al llevar a su casa del 14 al 16 de enero al niño con discapacidad, y dijo que también leyó la gente que se enojó por que creyó que “la información manipulada, distorsionada o falsa era verdad y otros porque su trabajo es destruir y lastimar”.
Hoy escribo esto para la gente que cree que hice algo malo. Quiero decirles que he estado muy triste y enojada, porque creo que las acusaciones y los insultos que recibí son injustos, porque son muchos los que opinaron sin investigar sobre mi relación con Emilio, ni sobre el tiempo que he pasado con él, ni el trabajo que he hecho en Capullos, expresó Rodríguez Cantú en su texto.
En el comentario que publica en forma de reflexión, que hasta esta noche tenía en Instagram más de 84 mil Me Gusta, y en Facebook 29 mil likes, la titular de Amar a Nuevo León se defendió al señalar que siguió el procedimiento adecuado y que su acción fue dirigida a ayudar a Emilio y a otros niños que viven en casas hogares de todo el país.
“Porque yo hice lo que hice por amor y cumpliendo con todos los procesos legales, porque yo misma avisé antes de hacerlo, porque estoy segura que a Emilio le hizo bien, y porque sé que hay miles de niñas y niños en casas hogares de todo México que merecen la oportunidad de vivir en familia, de saber que no están solos, que pueden tener un futuro distinto”.
“Después de leer mucho de lo que se ha dicho, quiero decirles que esto no se trata de mí, se trata de Emilio y de todas las niñas y niños que no tienen papá ni mamá ni un hogar. Esto es una oportunidad para que todas y todos se enteren de cómo viven estos niños, sus carencias, las malas condiciones de las casas hogar, el tormentoso proceso que tienen que seguir las familias que quieren adoptar y la tristeza de muchos de esos niños que, por su edad o por padecer algún problema, parecen condenados a quedarse encerrados. Porque sí, en muchos casos, vivir en una casa hogar es una especie de encierro”, señaló.
Dijo que acude a Capullos para ayudar y sin fines publicitarios, y que no es política, ni funcionaria, que trabaja sin sueldo y que las redes no son su fuente de empleo.
“Tengo claro que, sin importar que lo haga con el corazón, muchos no estarán de acuerdo con mis acciones y que otros buscarán generar notas y publicaciones negativas porque a eso se dedican, pero quiero invitarlos a que no permitamos que nos distraigan de lo importante y a que unamos nuestras voces para hablar por quienes no pueden, por los más vulnerables, por nuestros niños”, comentó Rodríguez, y pidió a quienes no están de acuerdo con ella que, por lo menos, ayuden.