Naomi Carmona / Grupo Marmor
Morelia, Michoacán.- Después de un año y 10 meses de ausentarse de los salones de clases, las y los alumnos de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo tienen una mezcla de emociones al pisar nuevamente las aulas.
La Casa de Hidalgo fue la última universidad en regresar a clases presenciales, con una evidente resistencia a los llamados del gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla. El pasado martes, se dio el regreso formal a los salones, evento que se celebró con la presencia del mandatario.
Este jueves, siendo el tercer día del retorno presencial, algunos jóvenes compartieron con Grupo Marmor su experiencia tras casi dos semestres de no convivir físicamente con sus compañeros.
Areli Cázares y Lizbeth López, son estudiantes de octavo semestre de arquitectura, ambas aseguran el retorno significa un proceso de readaptación, que es complicado, pero es positivo pues pese al cambio, las clases presenciales son mejores.
“Es complicado porque ya nos habíamos adaptado a estar aquí y que de repente nos encierran, y luego otra vez el volver, es como una readaptación; te tienes que volver a adaptar a otra vez a estar en clases cuando ya estabas acostumbrada a estar en línea. Es muy diferente a volver al salón, volver a interactuar con tus profesores y compañeros”.
- ¿En línea qué clase era la más difícil?-
- Todas eran difíciles porque las teóricas el maestro está hable y hable y hable, y te aburre y si dejas de poner atención cinco minutos ya perdiste totalmente. Por otra parte el taller no es lo mismo presentar tu plano impreso, que tengas al maestro en frente de ti y que te esté diciendo las cosas a que lo tengas detrás de una computadora, el estar viendo una cosa tú otra y no saber si la corrección es la misma, es como estar a las adivinanzas.
Quienes también están emocionados, son las y los profesores. Maricela Mezquita es maestra de Contabilidad 1, 2, 3 y 4 en la Facultad de Contaduría y Ciencias Administrativas; a ella se le nota la emoción en el rostro, misma sensación que ve reflejada en sus alumnos.
Si bien, afirma que el tiempo de clases en línea (casi dos años) fue demasiado, dice que ese mismo tiempo trajo consigo apreciar y valorar la educación.
“Esto tiene que seguir adelante no podemos quedarnos en casa por siempre pero el aprendizaje fue muchísimo, entonces el valorar el poder estar otra vez en las aulas, el convivir con sus compañeros y maestros es muy interesante, es necesario. La convivencia también es aprendizaje”.
A la Universidad Michoacana, regresaron físicamente las y los estudiantes de 7 Escuelas Preparatorias, 24 Facultades, 9 Institutos y 3 Unidades Profesionales, así como a los 45 Programas Educativos de Licenciatura y de los 79 de Posgrado.
