Locklan Samples es un bebé de 16 meses que vive con su cabello alborotado en Georgia, Estados Unidos. Tiene su cabello rubio albino y sus padres pasan por momentos difíciles al no poder peinarlo, pero sobre todo por los extremos cuidados que deben tener al momento de lavarlo ya que es tan delgado que corre el riesgo de que se rompa.
El bebé de cabello alborotado nació como cualquier otro niño, con los rasgos de sus padres y con el color de cabello negro; sin embargo, cuando cumplió seis meses de edad, el pelo osbcuro de Locklan se transformó y tomó el tono rubio, casi blanquizco que lo ha llevado paulatinamente a ser una celebridad en las redes sociales.
A través de Instagram, Katelyn, la mamá de Locklan recibió un mensaje de uno de los usuarios de la red social donde le habló sobre el extraño síndrome que posiblemente el pequeño padecía. Ante ello, la madre del bebé decidió llevarlo al médico tras el radical cambio en el color del cabello de su hijo que en un principio fue un shock para sus padres, explicó la mujer para la revista People.
Fue a los 9 meses de Locklan cuando la textura de su cabello también comenzó a cambiar, era tan diferente que la gente comenzaba a verlo con mayor atención. Fue entonces que los médicos que atendieron al bebé, confirmaron que el pequeño padece del Síndrome del Cabello Impeinable, una patología que es muy rara en el mundo donde sólo se conocen 100 casos en el mundo.
¿Qué es el Síndrome del Cabello Impeinable?
De acuerdo con medigraphic.com, el Síndrome de Cabello Impeinable (pili canaliculi) es una alteración poco frecuente del folículo piloso, sin embargo, su diagnóstico no representa mayor problema, no así su manejo, pues en muy pocos casos se consigue obtener al menos una mejoría parcial.
El cabello de Locklan es demasiado frágil y por lo tanto es muy fácil de romperse y es casi imposible de poder cepillarse para poderlo peinar. Para su cuidado, Katelyn apenas lo lava, “a no ser que esté jugando literalmente en la tierra, porque no se engrasa. Es increíblemente suave, y la gente quiere tocarlo todo el tiempo. Apenas lo peino, porque es muy frágil”, dijo la mujer.
Aunque la familia de Locklan reaccionó espantada por el repentino cambio en el cabello del bebé, ahora lo llevan con calma y con los cuidados necesarios, al conocer también que el síndrome no conlleva algún mal de gravedad para su hijo.
“Sabíamos que era diferente, pero no sabíamos exactamente cómo. Y luego siguió creciendo y creciendo”, aseguró la mamá de Locklan quien juega y ríe en compañía de su hermano como cualquier otro niño de su edad lo hace.