El 5 de marzo del 2022 será una fecha recordada como el día que el futbol mexicano tuvo el capítulo más oscuro de toda su historia por la brutal trifulca que hubo en el estadio La Corregidora que provocó que el partido entre el Querétaro y Atlas se suspendiera.
Los pseudoaficionados de Gallos Blancos agredieron por igual a los seguidores rojinegros. Ya sea miembros de la porra, niños, mujeres o ancianos. Los videos e imágenes de la gresca se hicieron virales en las redes sociales donde quedó reflejada la crudeza de los hechos.
Pero hubo una fotografía que destacó entre muchas, misma que hace ver que un espectáculo deportivo se debe disfrutar en familia, pero que la violencia siempre manchará al futbol y la convivencia de quienes van a pasar un rato agradable apoyando a su equipo de preferencia.
Y es que dicha publicación se trata de un padre que en las gradas del Corregidora abraza a su esposa y a sus dos pequeños hijos, en la que refleja la protección del hombre hacia su familia y tratar de tranquilizarlos ante una pesadilla que se vivió en el recinto.
“La imagen que nos toman fue la final de la pelea adentro del estadio, nosotros habíamos subido a las gradas, porque estábamos en el campo también, al momento de subir a las gradas fue porque nos venían correteando y ya iban a golpearnos a nosotros, pero gracias a Dios gente de Querétaro que nos vieron ahí, cinco personas en específico, se pusieron enfrente de nosotros para protegernos de que nos fueran a golpear. Entonces ya en el momento de llegar y sentarnos en las butacas interactuamos un poco con las personas para bajar un poco la presión. Esa foto es de un abrazo a mi esposa y mis hijos, de tratar de tranquilizarlos, de hacerles ver de que ya estamos un poquito fuera del peligro que estábamos viviendo”, comentó el aficionado Rojinegro, quien pidió el anonimato, para EL UNIVERSAL Deportes.
En muchos testimonios, hay gente del Atlas que cuenta que algunas personas o niños aficionados al Querétaro les regalaron sus playeras albiazules para su protección, en el caso de este padre de familia no fue así, ya que tuvo que pagar 200 pesos a un señor para que le diera su chamarra de los Gallos Blancos.
“Aún nos faltaba salir del estadio, esa era otra preocupación que teníamos, pero pues ahí le pagamos 200 pesos a un señor por una chamarra del Querétaro para ponérmela y así salir con más seguridad con mi familia del estadio. Entonces realmente esa imagen fue como la tranquilidad de darle a mi esposa de que ya estábamos fuera de peligro”, comentó.
Después de esperar por casi una hora y media, el aficionado y su familia salieron del Corregidora y ya no había personas del Atlas heridas, pero aún había algunos actos violentos contra los rojinegros, “No queríamos salir porque sabíamos que afuera estaba peor, nosotros cuando salimos no había nada afuera, lo único que nos tocó percibir es que cuando estaban sacando los camiones del Atlas, alguno que otro les aventaba piedras. Fue lo único que alcanzamos a ver a la salida”.