Había concertado una cita en un Italian Coffee del centro de Cuautla. En la cámara del establecimiento se le ve sentada en una mesa, dialogando con un hombre. Esa fue la última toma de su existencia pues Evelin, no regresó aquel día a su casa.
Su familia reportó su desaparición. 1.70 metros, blanca, ojos color iris aceitunado, cabello negro, largo, quebrado, hasta media espalda, cicatriz de dos centímetros en el pie izquierdo. Llevaba una blusa blanca con un suéter negro, un pantalón de vestir azul claro y una bolsa de color café con una correa larga.
Sus familiares la buscaron, y dieron con ella, pero no de la manera que hubieran querido. El cuerpo de Evelin fue encontrado días después por dos hombres en la colonia Eusebio Jáuregui, en Morelos.
Como Evelin, Susana también buscaba trabajo. Muy delgada, con cabello negro y labios finos, su cuerpo fue tirado en un costal, al que trasladaron en una carretilla, en la colonia Juan Bosco, Municipio de Atizapán de Zaragoza.
Susana tenía 29 años y tres hijos. La mujer vivía en el Estado de México y como a Evelin, sus familiares la buscaron hasta encontrarla.
Javier ‘N’, presunto feminicida de Susana Posadas, cuyo cuerpo abandonó en la calle, fue detenido e ingresado al penal de Tlalnepantla.