Un repartidor de comida a domicilio se encontraba estacionado ya de noche a un lado de la carretera en su motocicleta, cuando se le acercó otra persona en bicicleta y se colocó al lado de él, mostrándole lo que aparentemente era una arma.
Intentado aprovechar el lugar y la hora para asaltarlo y salir de ahí rápidamente, se le notó dialogando primeramente con el repartidor, dando por hecho que estaba amenazándolo, pero nunca imagino que un auto que transitaba por el lugar se daría cuenta de lo que pasaba y actuaría para ayudar al repartidor de comida.
El auto embistió al asaltante desde la parte de atrás, para así evitar el robo del motociclista repartidor, atropellando parcialmente al asaltante y dejándolo inhabilitado para utilizar su bicicleta y huir.