Tras su detención en septiembre de 2015, El Gil, Gilardo López Astodillo, presunto líder de los Guerreros Unidos en Iguala, dijo en su declaración ante la Fiscalía que Víctor Hugo Benítez, “El Tilo”, habría liderado el ataque contra los normalistas y que él mismo le dijo a Juan Salgado, “El Indio”, que la noche del 26 de septiembre de 2014, Los Rojos; Enemigo de Guerreros Unidos, entraron a Iguala.
Según palabras de El Gil, él solo supo esto porque le dieron esa información, no porque haya participado en los hechos. Sin embargo, su declaración ministerial no tiene validación pues fue liberado en 2019 por falta de evidencia en su contra debido a que la mayoría de elementos se habían obtenido de forma ilegal, y el resto era insuficiente.
López Astudillo es el “Testigo Juan”, colaborador protegido de la Fiscalía General de la República y en su declaración insiste que él no participó en la acción, pero que supo la información de que los jóvenes fueron asesinados, y que después de lo ocurrido, sus cuerpos fueron entregados a varias personas, entre ellos, los hermanos Benítez Palacios quienes los habrían disuelto en ácido o incinerado en crematorios.
En una recomendación de 2018, la oficina especial para el Caso Iguala de la CNDH, ya había predicho que los cuerpos de los jóvenes podían haber sido “hechos agua” e incluso mostró una ruta posible para algunos de los jóvenes desaparecidos en ese caso.
