Joe Biden depositó flores y rezó el pasado domingo en el memorial improvisado en Uvalde para honrar a los 19 niños y dos maestras asesinados en una escuela primaria de esta localidad de Texas por un joven de 18 años armado con dos rifles automáticos.
Acompañado de su esposa Jill, el presidente estadounidense se dirigió primero al santuario levantado frente a la escuela.
Vestidos de riguroso luto y tomados de la mano caminaron lentamente por el corredor formado por flores, peluches, fotos y cruces blancas.
Biden asistió luego a una misa católica en la iglesia del Sagrado Corazón.