Una orden presidencial que prohíbe la comercialización y distribución de vapores y cigarrillos electrónicos, esto un golpe desproporcionado a la industria que atiende a las población que necesitan estos productos, dijeron los vendedores de estos productos en las tiendas abiertas en la Ciudad de México, advirtiendo que lo único que provocará esta acción es el crecimiento del mercado negro.
Los comerciantes protestaron por la decisión del presidente Andrés Manuel López Obrador y exigieron que en lugar de buscar un imposible, como la desaparición del comercio, se resuelva.
Culpan a la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), hace unos meses se inicio una persecución, que resultó en que comerciantes retiraran del mercado vapores y cigarrillos electrónicos o multas de hasta 500,000 pesos, como fue el caso de Aldo, que dirige su propio negocio en la colonia de Roma. Dijo que ante esa persecución, dejó la venta de vapeadores para dedicarse a la “parafernalia del fumador” y vender productos básicos como pipas.
“Los vapeadores no contienen vitamina E, el famoso acetato. Y básicamente es política de Estado, es una persecución política, porque si quisieran realmente combatir y asegurar o garantizar la protección a la salud, harían otras medidas. ¿El tabaco por qué sí, el vapeo por qué no? Yo creo que es algo irracional”, comento.
Advirtió que el efecto inmediato de la orden ejecutiva firmada por el presidente redirigiría todo el comercio al mercado negro, lo que podría representar una amenaza mayor para la salud del consumidor.
“En este negocio antes vendía vaporizadores, y derivado de muchas visitas de persecución, de verificación de Cofepris, decidí no venderlos, porque las multas son altas. Entonces, un local establecido como este no soportaría multas de 100 mil, 200 mil, de hasta 500 mil pesos, entonces el mercado negro va a tener un auge grande, porque a ellos ¿Cómo los van a perseguir?, ¿Cómo los van a multar?, y no creo que exista esa intención de extinguir el mercado negro en México, que es enorme”, apuntó.
Él enfatiza que la vaporización ha existido durante 10 años en México y hay historias reales de personas que primero dejan el cigarro y luego usar un vaporizador para dejar de usar nicotina.
“Acá un tema sensible, y es cierto, es el de los adolescentes, pero por qué no regularlo, por qué no hacer políticas que sirvan y que tengan un efecto real para toda la sociedad y no por un decreto de un Presidente que tiene una línea política. En vez de abrir, en vez de generar, en vez de traer inversión, se corta, entonces es un tema de salud, pero el interés no es asegurar la salud de los mexicanos”, reprocho.
Por su parte, Diego, quien administra una tienda de cigarrillos electrónicos en la zona de Condesa, calificó de preocupante la orden del presidente porque es arbitraria y facilita el sustento de muchas familias y perjudica a los consumidores. Indicó que estaba de acuerdo en que la sanción aplicaba cuando no había recibo de los artículos vendidos, pero afirmó que no era así porque los vapeadores se vendían “en todas partes”.
“Pero nosotros generamos empleos, vendemos productos de calidad aprobados por la FDA, al contrario de lo que dice el Presidente”, señalo.
Sugirió que una acción que podría tomar una empresa afectada es aprovechar las protecciones de la orden presidencial, pero dejar de vender cigarrillos electrónicos y vapers mientras tanto.