“Me mató en vida, era mi única hija”, dijo la señora Nadia, madre de Karen Itzel, quien recibiera en el domicilio de su familia en calles de la alcaldía Xochimilco, en la colonia Tulyehualco, los restos de su hija.
Afuera de la casa cientos de personas, amigos, vecinos, se congregaron para despedir a la joven estudiante del IPN, con lágrimas, mariachis incrédulos por la violencia que se vive.
Nadia comentó que mañana el cuerpo de la joven estará en Tláhuac, en donde también vivió para que las personas que la querían se despidieran de ella.