Naomi Carmona / Grupo Marmor
Morelia, Michoacán.- Eufrosina Cruz Mendoza, es una mujer zapoteca, política, feminista, activista y escritora, que se abrió camino en la toma de decisiones de Oaxaca a la fuerza, y encontrar de la voluntad de hombres que quisieron impedírselo y que, en un primer momento lo consiguieron, pero ella en vez de ver un obstáculo, vio un reto.
Fue diputada estatal y la primera mujer presidenta de la Mesa Directiva, legisladora federal en la LXII Legislatura del 2012 al 2015, consiguiendo la aprobación de varias iniciativas en pro de las mujeres, y dándoles a los hombres de su pueblo de origen, Santa María Quiegolani, una enorme lección, después de que le impidieran ser presidenta municipal.
La historia de Eufrosina Cruz está plasmada en su nuevo libro “Sueños de la Niña de la Montaña”, una obra literaria que habla de su terquedad y rebeldía, de su insistencia de ir en contra de las costumbres machistas de Oaxaca y de México, exponiendo en sus páginas, cómo una mujer indígena zapoteca se abrió paso a la fuerza, pues fue ella quien provocó un cambio, asumiendo consecuencias como señalamientos, cuestionamientos, hostigamiento, soledad.
“Si no hubiese yo sido rebelde no estaría aquí, cuando mi origen ya había definido mi destino en una cotidianeidad en donde las niñas teníamos que casarnos a los 12 o 15 años, si yo no hubiese sido terca de arrebatar lo que creo que merezco como mujer antes que ser indígena”.
Fueron más de dos años para conseguir plasmar en las cuartillas de su libro su propia historia, tiempo que estuvo por ser suspendido por un proceso de catarsis al recordar todo su proceso de pasar a ser una mujer indígena invisibilizada, a ser un referente en la lucha de los derechos político de las mujeres mexicanas.
Eufosina envió un mensaje a las mujeres michoacanas que están marcando historia al ser parte de los Consejos Comunales de los pueblos originarios:
“No tengan miedo, vamos avanzando, nadie va a arrebatar esos lugares si no lo hacemos nosotras. Por más que nos digan que estamos locas, por más que cuestionen. Nos corresponden esos espacios, no le están quitando nada a nadie, siempre hemos estado, lo que nos toca ahora es revalorar lo que hemos aportado a nuestras comunidades, no es cierto que queremos aniquilar nuestras costumbres que amamos, como nuestra lengua, nuestra vestimenta, pero no la violación a los derechos humanos”.
“Sueños de la Niña de la Montaña”, está disponible y a la venta en el Palacio Clavijero en el centro de Morelia.