Arrogante y acosador, así han descrito a Jesús “N”, esposo y presunto asesino de Yrma

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El pasado 23 de junio, el terrible asesinato de la cantante Yrma Lydya a manos de su esposo, el abogado Jesús “N”, en el restaurante “Suntory” de la colonia Del Valle, Ciudad de México, paralizó a la sociedad y movilizó a decenas de policías en cuestión de segundos.

Jesús “N” fue asegurado por elementos de la Secretaría Seguridad Ciudadana (SSC) y trasladado al Reclusorio Norte de la Ciudad de México donde se inició una carpeta de investigación bajo el protocolo de feminicidio.

Después de que el caso saltó a la opinión pública, reporteros de diversas fuentes contaron sus historias y momentos que vivieron con Jesús “N”, uno de ellos fue Emiliano Ruiz Parra, periodista y autor de las obras “Ovejas negras”, “Los hijos de la ira” y “Obra negra”. Emiliano abrió un hilo en su cuenta de Twitter para narrar un episodio de su vida laboral donde tuvo que interactuar con este sujeto.

El periodista narró la facilidad de Jesús “N” para alardear sobre el poder que poseía, sus lujos y amistades multimillonarias, además de mostrarse como un hombre acosador con las mujeres del restaurante que lo citó para hablar.    

Me citó en un salón privado del restaurante Max Prime de Insurgentes Sur. Presumía que era un negocio suyo. Lo primero que me llamó la atención: las meseras usaban unas fajas que las hacían ver delgadísimas. 

Ruiz Parra detalló “vestía una camisa blanca de seda. Tirantes. Traje gris a rayas. El reloj Audemars tenía brillantes hasta en la correa. Pero lo más ostentoso: una corbata también entretejida con brillantes”. Prácticamente, el mismo look de mafioso italiano que portaba el día que disparó contra su esposa.  

Presumió un artículo de la revista “American Lawyer” donde venía una foto suya y lo identificaban como “the Godfather” mexicano.

El periodista buscó a Jesús “N” para recabar información sobre la iglesia mexicana, pero nunca respondió. En cambio, se ofreció a presentarle a altos políticos mexicanos para iniciar una carrera, le presumió su vida lujosa y hasta trabajar con él vendiendo obras de arte a cambio de una generosa comisión.