El presidente Andrés Manuel López Obrador negó que la violencia en México esté en niveles nunca antes vistos, como aseguran sus adversarios.
El mandatario defendió nuevamente su estrategia de seguridad y sostuvo que si se hubiera mantenido la premisa de los gobiernos anteriores de que la violencia se combate con la violencia, hoy el país sería ingobernable.
El presidente López Obrador afirmó que “donde hay un conservador hay un represor en potencia”, pero aseguró que la mayoría de los mexicanos está consciente de que el problema de la violencia tiene que ver con la falta de trabajo y de oportunidades, y sólo los conservadores piensan que se pueden resolver los problemas con la Ley del Talión, con el ojo por ojo y el diente por diente.