Naomi Carmona / Grupo Marmor
Morelia, Michoacán.- Anayanci y Jessica se conocieron en la preparatoria, tenían siete años de amistad. Veían series juntas, pedían pizza, se pintaban las uñas e iban al café; actividades comunes entre dos jóvenes de 21 años. Eran mejores amigas.
Anayanci fue alertada por la madre Jessi sobre su desaparición la noche del 21 de septiembre del 2020. La última vez que se comunicó con ella fue el 19 del mismo mes.
En el estrado la joven de cabello largo y oscuro buscaba reiteradamente la mirada de Diego Urik N., señalado como el presunto responsable del feminicidio de Jessica González Villaseñor. Del otro lado, el imputado intenta sostener la vista y falla en ocasiones, mientras escucha enlistar las veces que él y la víctima se vieron, la última vez, el día que ella desapareció.
Testimonio clave
Anayanci pide que solo le llamen “Ana”. Se acomoda el cabello y comienza a narrar las llamadas que realizó a Diego la madrugada del 22 de septiembre. La intuición de la joven le advirtió que su amiga había estado con Urik, pues Jessi sólo ocultaba información a su familia cuando se veía con el joven.
Consiguió el número del imputado a través de una red social mediante un conocido de ella, marcó dos veces preguntando por su amiga y Diego lo negó en ambas ocasiones molesto.
En noviembre del 2019, Ana vio por segunda vez a Diego; el joven pasó en su vehículo, un Volkswagen gris oscuro. “Me cuidas a mi amiga, le dije cuando abrí la puerta, él solo se rió”, mencionó la testigo.
Ana era la confidente de Jessica, sabía que su mejor amiga le daba prioridad a sus estudios y que Diego fue el único hombre que le había atraído. Ella quería una relación estable, él sólo la buscaba para mantener relaciones sexuales.
Según la testigo, Diego y Jessica se vieron al menos siete veces antes del feminicidio de la joven maestra, tiempo en el que Jessi sufrió violencia verbal y física. “Ella quería terminar la relación, él la buscaba y era insistente”, comentó.
Anayanci describió un suéter color camel, descubierto de los hombros que la Fiscalía General de Justicia le dio a reconocer luego de localizar a la profesora sin vida. También identificó el vehículo de Diego en imágenes, reconoció a su amiga abordo, y fue quien el primer acercamiento del Ministerio Público con quién hoy es señalado como presunto feminicida.
Defensa se ve superada por la testigo
Fue entonces el turno de la defensa de Diego Urik N., y pese a los intentos por confundir a Ana, la joven se mantuvo firme llegando incluso a corregir a los cuatro abogados.
“Usted los vio tener relaciones sexuales, los vio besarse; ustedes tomaban bebidas alcohólicas; a usted no le consta que ellos salieron; cuál es su cuenta de Instagram”, fueron algunos de los pobres cuestionamientos de la defensa.
El abogado se enfrascó en una discusión con la testigo en torno a si los colores camel y café son iguales o diferentes, en relación al suéter que Jessica vestía el 21 de septiembre del 2020; también intentó reiteradamente que Ana declarara la existencia de alguna otra persona con el nombre de Diego, pero no lo consiguió.
“Jessica nunca fue de darle entrada a un hombre, Diego fue el primer hombre al que le dio su confianza y le abrió su corazón”.
Por último, preguntó si Ana tiene experiencia en fotografía y al negarlo, señaló a la declarante sin la capacidad para reconocer las imágenes que el MP le dio a conocer. “No ser experta no me impidió reconocer a mi amiga, la conocía hace siete años, sabía perfectamente sus facciones, es como reconocer a una hermana”, respondió la joven.
Agente da a conocer lugar de la última señal de celular de Jessica
La segunda en subir a testificar fue la agente de investigación de iniciales D.A., quien describió su labor durante labores de la Fiscalía y tres informes preliminares realizados durante los días 22, 23 y 24 de septiembre.
La información relevante y que fortaleció la línea de investigación, fueron las entrevistas que mantuvo con Anayanci, aunque la posible responsabilidad de Diego no fue la única hipótesis, pero si la más fuerte.
Con trabajos de investigación en telefonía, la agente localizó cerca al domicilio de Diego Urik, la antena receptora más cercana que recibió la última señal que emitió el celular de Jessica. El MP también acudió a un autolavado y a la casa del imputado.
Los abogados defensores trataron de desestimar la declaración de D. A. cuestionando su falta de certificación para realizar las tareas de investigación, además de señalar que la agente no cuenta con una licenciatura en informática para dar con la antena receptora.
El desfile probatorio desahogado este viernes tuvo una duración de tres horas y media, en donde se pudo observar una Fiscalía más preparada para refutar con un despliegue de cuatro fiscales y dos asesores victimales especializados. La siguiente audiencia oral se realizará el próximo 11 de julio.