Tras un operativo del Ejército en la región de Uruapan, civiles armados que se identifican como autodefensas realizaron bloqueos carreteros, quemas de vehículos empresariales y detonaciones de explosivos, lo que esparció temor entre los habitantes y movilizó a diversas corporaciones de seguridad.
Algunas de las quemas ocurrieron en el centro de la ciudad, por lo que el terror se esparció rápidamente entre los habitantes.
Ante las agresiones y desmanes, autoridades de los tres niveles de gobierno se movilizaron en toda la ciudad de Uruapan y sus alrededores, donde llevan a cabo un operativo para ubicar a los responsables de los hechos delictivos.