“Jessica era la mejor persona que he conocido”, amiga relata romance con Diego Urik

Banner

Naomi Carmona / Grupo Marmor

Morelia, Michoacán.- Anayanci sabe que la defensa del presunto feminicida, Diego Urik N., no tiene ninguna prueba que pueda deslindar al imputado. No entiende porqué el juicio de su amiga, Jessica González Villaseñor, ha durado tanto (un año nueve meses) y le falta aún por delante, pero está dispuesta a intervenir cuando el Ministerio Público se lo solicite para darle descanso a la familia de la profesora asesinada.

“Ana” y Jessi eran mejores amigas, se conocieron en la preparatoria, eran confidentes y se conocían como si fueran hermanas; veían series, comían pizza, palomitas, makis, se pintaban las uñas mutuamente y permanecían en algún café hasta que cerraran el establecimiento.

A Jessica la describe como una persona luchadora, bondadosa, pura, sensible y con un “brillo que a cualquier persona le caía bien cuando la vieran. Nunca juzgó a nadie, nunca criticaba a nadie”.

Durante el desahogo del desfile probatorio, Anayanci busca atrás de una cuarteta de, abogados la mirada de Diego Urik. Dice que no le tiene miedo, verlo la empodera y encararlo le da confianza para seguir narrando, cómo, cuándo y dónde el presunto feminicida y su amiga se conocieron; narra también los malos tratos que ella vivió durante lo que sería el único romance que Jessica habría experimentado antes de su muerte.

La testigo se autodenomina la “amiga celosa”, la que buscaba proteger a Jessi y quien la quería cuidar de cualquiera que pudiera abusar de su bondad. Ana desconfiaba de Diego, pues sabía de él únicamente por lo que Jessica le contaba; le faltaba información del hombre y las narraciones no eran muy favorables, aumentando la desconfianza.

Arriba del estrado, la joven enumera las veces que el imputado y la víctima se vieron, todas salidas programadas para mantener relaciones sexuales, pues Diego se rehusaba a formalizar su relación de poco menos de un año en la informalidad. “Ella quería una relación estable, pero él nunca la llevó a otro lugar que no fueran casas para tener relaciones muchas veces de forma violenta”.

Ana describió cómo en octubre del 2019, Diego recogió a Jessica, durante el trayecto el hombre recibe una llamada telefónica con la invitación de jugar fútbol, él de inmediato acepta y cancela su cita con ella; Jessi con evidente molestia baja del vehículo mientras escucha decir a Urik, “no tienes porqué enojarte si eres sólo mi puta”.

Otro vestigio de violencia, fueron chupetones “muy grandes” debajo del busto y en el abdomen, que el joven le marcaba a la víctima cuando tuvieron encuentros sexuales. Anayanci llegó pensar que eran moretones y no chupetones.

Para Ana, Jessica fue la mejor persona que ha conocido, su muerte significó privar al mundo de una persona bondadosa y buena.

Califica como “una tontería”, las preguntas a las que fue sometida durante el contra interrogatorio del juicio oral de Jessica llevado a cabo el pasado 01 de julio. Pese a la incongruencia de los cuestionamientos, la joven de 23 años no duda, responde firme, buscando en todo momento la mirada de Diego Urik.

Medios de comunicación preguntan el propósito de buscarle la vista al imputado y su respuesta fue:

“Cuando encuentran su cuerpo, me costaba dormir porque era tener a la persona enfrente y preguntarle porqué, si ella era una persona tan buena, tenerlo ahí enfrente y poderle decir todo lo que sé, todo lo que era mi amiga, todo lo que él se perdió, perdió la oportunidad de estar con la mejor persona que yo he conocido. Quería verlo a la cara y que él supiera todo; verlo me daba la confianza sin tartamudear nada. Era una motivación de que tengo que hacerlo mejor para ella”.

La palabra justicia para Anayanci es sólo un aliciente, para ella los justo es que su amiga nunca hubiera sido asesinada, pero el acercamiento más relevante de justicia para Ana, es que la familia González Villaseñor pueda finalmente tener tranquilidad. “Mi amiga hubiera querido que su familia ya descansará para ella irse en paz”.