Iglesia católica pide orar por la conversión de los criminales

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Al llevarse a cabo la tercera actividad de la Jornada Nacional de Oración por la Paz, religiosos, obispos y arzobispos oraron por todos los gobernantes y por la conversión de los criminales o victimarios para “mover sus corazones”.

En La Paz, Baja California Sur, el obispo Miguel Ángel Alba Díaz también hizo un llamado a pedir por las autoridades “ignorantes, ineptas e ineficaces” para garantizar seguridad y justicia.

En su mensaje, al concluir las jornadas, el obispo precisó que desearía que quienes integran bandas criminales, muchos de ellos, “muchachitos”, dijo, regresaran como “la oveja negra perdida que se deja encontrar por el pastor”, y acusó que las autoridades de todos los niveles en el país les han fallado al no procurar justicia social y orillar a muchas juventudes a integrarse a las filas del crimen organizado.

En la catedral de Xalapa, Veracruz, el arzobispo primado de México, el cardenal Carlos Aguiar Retes, lamentó que se vivan tiempos de conflictos, odios, violencias, venganzas y desunión.

En Cuernavaca, Morelos, durante la homilía por la conversión de los victimarios, el obispo de la Diócesis de Cuernavaca, Ramón Castro Castro, afirmó que todo el mal que causan y el dolor a miles de familias para tener dinero fácil, los puede matar el día de mañana.

En Sinaloa, en su mensaje dominical en la catedral, el obispo de la Diócesis de Culiacán, monseñor Jonás Guerrero Corona, convocó a los feligreses a orar por todos los que hacen el mal y experimentan la violencia, para lograr su transformación.

En tanto, el obispo de Saltillo, Coahuila, Hilario González García, pidió por la conversión de quienes han procurado la violencia y recordó que “nuestra vida no depende de los bienes de este mundo”.

El arzobispo de León, Guanajuato, Alfonso Cortés Contreras, expuso que no se debe hacer al dinero dios, y pidió por los políticos, “para que rechacen el mal uso del poder y la corrupción”; y el arzobispo de Hermosillo, Sonora, Ruy Rendón Leal, recordó que todos somos miembros de un mismo pueblo.

En la Basílica de Guadalupe, monseñor Héctor Mario Pérez Villarreal, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de México, pidió por las y los diputados y senadores, “para que junto con el Poder Ejecutivo trabajen por una sana política que actúe desde la caridad social, con visión amplia, capaz de reformar las instituciones”, así como por todos los religiosos de México, “para que anuncien con valentía que el amor al prójimo es realista, y este no desperdicia nada que sea necesario para una transformación de la historia que beneficie a los más vulnerables”.

El Universal