“Esperemos que ahora sí sea cierto. Todos los días dicen lo mismo”, dijo escéptico Juan Rolando Mireles, quien junto a dos de sus hermanos espera a que su padre, José Luis, de 47 años, y nueve víctimas más, sean rescatadas con vida de la mina El Pinabete, en Sabinas, Coahuila.
A siete días de que un grupo de obreros quedaran atrapados en el pozo tres, por una inundación, un buzo de las fuerzas especiales ingresó este miércoles al cuatro, para retirar los pilotes de madera que obstruyen el paso e iniciar la exploración para tratar de llegar desde éste a los trabajadores.
Mientras tanto, con más cautela que entusiasmo, las familias esperan el inminente ingreso de los elementos de la Secretaría de Marina (Semar), luego de que así lo anunciaran las autoridades.
Protección Civil indicó que oficiales de la Semar realizaron un sobrevuelo con un vehículo aéreo no tripulado (VANT) para mapear la ubicación de los puntos de trabajo y obtener información georreferenciada que les permita mejorar la planeación del rescate.
La fuerza de trabajo desplegada en la mina es de 672 elementos y mineros voluntarios, 25 bombas, siete perforadoras, dos drones submarinos, 37 vehículos, diez ambulancias, tres transformadores y un comedor comunitario.