La dupla Daniel Ortega-Rosario Murillo pretende borrar de Nicaragua a los representantes de la Iglesia Católica y con ellos, sus labores pastorales, evangelizadoras y sociales.
Acto seguido, el régimen de Nicaragua -impulsor de leyes contra los medios de comunicación– desató una oleada de acusaciones contra varios sacerdotes de la Iglesia católica.
Además, a la diócesis de Matagalpa le cerraron siete radios católicas. El Instituto Nicaragüense de Telecomunicaciones y Correo de Nicaragua (Telcor) inhabilitó a las emisoras Radio Hermanos, de Matagalpa; Radio Católica de Sébaco. Radio Nuestra Señora de Lourdes, La Dalia; Radio Alliens de San Dionisio; Radio Monte Carmelo de Río Blanco. Así como a la Radio San José de Matiguás y Radio Santa Lucía de Ciudad Darío.
El caso más emblemático es el del obispo de la diócesis de Matagalpa, Rolando Álvarez. Encargado del área de Comunicación de la Conferencia Episcopal de Nicaragua y administrador apostólico de la diócesis de Estelí. El prelado fue sitiado por policías tras criticar el cierre de las emisoras.
Telcor argumentó que estas emisoras no contaban con un título de habilitación. Sin embargo, durante la homilía de la Misa del domingo 31 de julio en la Catedral de San Pedro en Matagalpa, el obispo Álvarez informó que el 7 de julio de 2016 presentó, personalmente, toda la documentación requerida por Telcor para entrar en la ordenación vigente.