Policía Municipal sin acercamiento con INAH para conservación de fachada del C4

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Javier Velázquez/ Grupo Marmor

Después que el Comisionado de Seguridad en Morelia, Alejandro González Cussi anunciara que se estaría llevando a cabo el C4 en las inmediaciones de la antigua central camionera justo donde se encuentra la fachada de una iglesia, el director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Michoacán, Marco Antonio Rodríguez Espinoza señaló que hasta el momento, la corporación municipal no ha mantenido un acercamiento con ellos.

El director explicó que la Policía Municipal, debe presentar una solicitud al INAH, precisamente para que un perito evaluador acuda al lugar, esto con el fin de conocer el estado en el que se encuentra la fachada del que fuese un de las Carmelitas de Valladolid, por lo que es indispensable tener la autorización del instituto.

Reiteró que al ser un inmueble considerado dentro del espacio de monumentos históricos de la capital michoacana, debe tener el visto bueno por parte de su institución, aunque reiteró que desconoce sí, esta fachada es considerada un edificio histórico, por lo que expresó que el Ayuntamiento de Morelia se encuentra obligado a pedir permiso para realizar las adecuaciones.

Para finalizar, comentó que aunque el espacio ya tiene varias intervenciones por dentro, es necesario únicamente tener el proyecto de cómo se estará protegiendo a la fachada, añadiendo que por lo regular, el INAH no niega ningún tipo de adecuaciones en lo general, sin embargo, comentó que son procesos los que se deben seguir, precisamente para atender las disposiciones que se tienen a nivel federal.

Es de recordar que la fachada aún mantiene la forma de la entrada de la referida iglesia, la misma es de cantera rosa y aún tiene parte de las puertas originales, por lo que González Cussi expresó que se estarían acercando al instituto para solicitar el permiso pero hasta el momento, no lo ha hecho.

De acuerdo a información dada a conocer por diversos medios locales, todo el inmueble fue beaterio de las Carmelitas de Valladolid y, apenas años antes de convertirse en la central de autobuses, fue un almacén de materiales nacionales; la iglesia católica pidió a las autoridades que construirían este espacio, mantener la iglesia que se encontraba al lateral de la misma.