En febrero de 2022, durante la vigilancia sanitaria en el Valle de Ossau, un guardia del Parque Nacional pudo observar moscas sobre un jabalí muerto en la nieve, a una altitud de mil 700 metros. ¡Pero no cualquier mosca! Thyreophora cynophila, también llamadas moscas “quebrantahuesos”, que comparten con las “rompehuesos”, una especie similar, una cabeza de color naranja brillante.
Considerada extinta desde 1836, e incluida así en la lista de especies de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), esta especie fue redescubierta en España en 2010.
Desde 2018, el entomólogo Laurent Pelozuelo, de la Universidad Paul Sabatier de Toulouse, moviliza a ambientalistas para investigarlo en el lado francés de los Pirineos. Los primeros datos sobre este descubrimiento en Francia fueron obtenidos en Ariège, localidad de Saint Paul de Jarrat, en 2019, y posteriormente en Ustou, en 2020.
Las observaciones son muy importantes para el conocimiento de la especie, según informó el propio Parque Nacional de los Pirineos en un comunicado.
La mosca del quebrantahuesos es especialmente activa en invierno, el frío no parece molestar a sus larvas, que se alimentan de cadáveres en descomposición en la nieve. Los restos putrefactos de grandes mamíferos, salvajes o domésticos, forman parte de su menú favorito.