En 2017, hace cinco años ya, nació el pequeño infante el cual traía consigo un severo problema de salud el cual fue bautizado con su nombre y es que según sus padres, el niño podría morir incluso por la lluvia.
El pequeño Noah nacido en Glasglow, Escocia, presento varios problemas de salud desde su nacimiento de entre ellas no tener una parte de su columna vertebral y padecer microsomía hemifacial es decir, que la parte inferior de un lado de su cara esta subdesarrollada y cualquier cosa que entrase por su boca podría matarlo, incluso el agua. Ahora, tras 11 operaciones para tratar su enfermedad, el infante se prepara para acudir a la escuela local de su ciudad en donde podrá convivir con otros niños.
“He estado llorando y habrá lágrimas cuando lo despidamos porque desafió todos los pronósticos, incluso los nuestros” dijo la madre de Noah sobre su partida a la escuela.
Sin duda una historia inspiradora.