La defensa legal de Jesús Murillo Karam, ex titular de la entonces Procuraduría General de la República (PGR), intentó convencer al juez Marco Antonio Fuerte Tapia de que no ratificara la medida cautelar de prisión preventiva justificada y, por tanto, que pudiera seguir su proceso fuera del reclusorio Norte.
Como estrategia durante la audiencia de vinculación a proceso, el ex procurador solicitó al juez de Control introducir al debate a un experto en medidas cautelares.
Tras un par de cuestionamientos, el juzgador aceptó el testimonio de Cuauhtémoc Vázquez González de la Vega, quien elaboró un informe de riesgo de fuga de Murillo Karam.
Enseguida, el juez Fuerte Tapia hizo pasar a la sala 2 del Centro de Justicia Penal Federal en el reclusorio Norte a este testigo, quien se presentó como licenciado en Derecho con certificaciones internacionales en Sistema Penal Acusatorio y con 25 años de experiencia como servidor público.
Al responder preguntas de los abogados del ex titular de la PGR, Vázquez González de la Vega sostuvo que Murillo Karam, a quien se refirió siempre como licenciado, contaba con un arraigo domiciliario en Ciudad de México, pues llevaba 19 años viviendo en su residencia en Lomas de Chapultepec, donde fue detenido el 19 de agosto.
Enseguida enlistó otras propiedades con que cuenta el ex procurador: una más en la capital del país ubicada en Polanco número 118, la cual tiene arrendada; otra más en Acapulco, Guerrero, la que tiene “promesa de compraventa”; y un par en Pachuca, Hidalgo, que también tiene arrendadas.
La residencia en Polanco destacó porque la Fiscalía General de la República (FGR) no tenía conocimiento de ese inmueble, y durante las dos audiencias había reportado seis inmuebles propiedad del ex procurador, por lo que sumó ese.
Al seguir la exposición de su informe, el experto en medidas cautelares dijo que otro factor que le impediría huir a Murillo Karam era su arraigo familiar, pues lleva más de 30 años con su “pareja sentimental”; tiene cuatro hijos, 10 nietos y ya también es bisabuelo.
“Es el pilar de la familia”, “es una persona hogareña”, aseveró Vázquez González de la Vega, quien incluso hizo referencia a los dos perritos de Murillo Karam como una causa para no fugarse durante el proceso penal que se le sigue por el caso Ayotzinapa.
“El licenciado prácticamente no sale de su casa, está con sus perros (…) quiere mucho a sus mascotas”, enfatizó.