La sal (cloruro de sodio) es esencial para la vida. Imprescindible en la dieta, es por ello que el ser humano necesita sodio para realizar funciones vitales, como la transmisión de los impulsos nerviosos y el funcionamiento normal de las células.
Todas las civilizaciones ha habitado en zonas donde se podía conseguir sal y ess imprescindible, sin embargo, el consumo excesivo de esta sustancia eleva el riesgo de desarrollar problemas cardiovasculares, como la hipertensión, alteraciones renales y otros fenómenos dañinos para la salud.
Un estudio reciente en ratones sugiere que una dieta alta en sal se asocia también con niveles más elevados de la hormona del estrés, que, en exceso, es perjudicial también para el organismo.
La Organización Mundial de la Salud ha emprendido una batalla para reducir el consumo de sal y recomienda no más de cinco gramos por adulto al día. La mayoría de la población consume el doble.