Tras el terremoto que se registró el pasado 6 de febrero con epicentro al sur de Turquía, cerca de la frontera con Siria, y que causó afectaciones en ambas naciones. Distintos países comenzaron el envío de ayuda humanitaria, como víveres, equipos de rescate e insumos.
Lamentablemente, conforme avanzan las horas, la posibilidad de hallar personas con vida disminuye, pero cada rescate revive esas esperanzas. Es por eso que los rescatistas y los invade la emoción ante cada rescate.
Según versión de medios locales, uno de los grupos pertenecientes a ésta fundación que lleva a cabo actividades de apoyo en países y regiones con guerra, desastre y pobreza, ejecutaba labores en la provincia de Kahramanmaras. Ahí, encontraron entre los escombros a una menor. Ante esto, uno de los miembros rompió en llanto conmovido ante la vulnerabilidad y emotividad del hecho.