Debido a los terremotos que sacudieron a Siria y Turquía, varios países se solidarizaron con ellos y comenzaron inmediatamente a rescatar la mayor cantidad de vidas posibles.
Entre los rescates, hubo uno que conmovió a la población, pues milagrosamente se encontró a una recién nacida con vida, aún unida al cordón umbilical de su madre, fue la única sobreviviente de su familia.
Después de que el caso de la pequeña ‘Aya’ (milagro en árabe), fuera conocido, muchas familias se ofrecieron a adoptarla, sin embargo, a 15 días de que la bebé quedara huérfana, aparecieron sus tíos, se realizaron pruebas de ADN, para comprobar el parentesco.
Efectivamente se corroboró que la mujer era familiar, de esta manera la bebé fue entregada a los familiares, ahora fue nombrada ‘Afraa’, al igual que su madre.