Cada 8 de mayo se celebra el Día Mundial del Cáncer de Ovario, para crear conciencia en la sociedad acerca de esta patología, catalogada como el séptimo tipo de cáncer más frecuente, que afecta anualmente a más de 250.000 mujeres en el mundo.
El cáncer de ovario es un tumor maligno localizado en el ovario, ocasionado por un crecimiento de células. Generalmente esta patología no suele presentar síntomas en sus primeras etapas y se detecta cuando se extiende a la pelvis y el vientre, siendo más difícil de erradicar y puede ser mortal.
Los síntomas iniciales de esta patología suelen asociarse a enfermedades digestivas o intestinales.
Algunos de los síntomas característicos del cáncer de ovario son los siguientes, los cuales deben ser corroborados mediante diagnóstico efectuado por un médico especialista:
- Dolor e inflamación en el vientre.
- Distensión abdominal.
- Diarrea o estreñimiento.
- Pérdida del apetito.
- Estreñimiento.
- Sangrados vaginales anormales.
- Micción frecuente.
- Pérdida de peso.
- Dolor de espalda.
Los principales factores de riesgo de esta enfermedad son los siguientes:
- Edad superior a los 50 años.
- Antecedentes familiares.
- Inicio de la menstruación (menarquía) a temprana edad.
- Aplicación de terapias de reemplazo hormonal y tratamientos para la fertilidad.
- No haber tenido hijos.
- Hábitos y estilo de vida: obesidad, tabaquismo, sedentarismo.
- Menopausia tardía.
- Antecedentes ginecológicos previos: endometriosis, quistes ováricos.
En resumen, el Día Mundial del Cáncer de Ovario es una ocasión importante para recordar a las mujeres de todo el mundo la importancia de la detección temprana, el tratamiento adecuado y el apoyo continuo en la lucha contra esta enfermedad. Es un llamado a la conciencia y la acción, y un recordatorio de que juntas podemos hacer la diferencia en la vida de quienes se ven afectados por el cáncer de ovario.