El 29 de mayo es una fecha significativa para los entusiastas de la escalada y el montañismo, ya que se celebra el Día Internacional del Everest. Este día conmemora la histórica hazaña lograda en 1953 por el montañista neozelandés Edmund Hillary y el sherpa Tenzing Norgay, quienes alcanzaron la cumbre del monte Everest, la montaña más alta del mundo.
El monte Everest, la montaña más alta del mundo, se encuentra en la cordillera del Himalaya, en la frontera entre Nepal y China. Con una altitud de 8.848 metros sobre el nivel del mar, esta majestuosa montaña es reconocida a nivel mundial.
Su nombre fue dado en honor al geógrafo y topógrafo británico Sir George Everest en el año 1865. A lo largo de los años, el Everest se ha convertido en un atractivo desafiante para alpinistas tanto aficionados como profesionales. Aquellos que se aventuran a escalarlo deben enfrentarse a condiciones extremas, como fuertes vientos, temperaturas extremadamente bajas, avalanchas y el temido “mal de montaña”. Este último es un síndrome físico causado por la dificultad del organismo para adaptarse a la baja presión de oxígeno en altitudes elevadas.
El monte Everest atrae a alpinistas de todas partes del mundo, la mayoría de ellos con experiencia y entrenamiento profesional. Hay dos rutas principales para llegar a la cima: la ruta sureste desde Nepal y la ruta norte desde el Tíbet. Ambas rutas presentan desafíos únicos y requieren una preparación meticulosa y habilidades técnicas para lograr el ascenso exitoso.