El 19 de junio se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Sexual en los Conflictos, con el propósito de crear conciencia sobre la importancia de poner fin a la violencia sexual durante los conflictos, honrar a las víctimas y reconocer a quienes luchan diariamente para erradicar estos crímenes.
La violencia sexual se refiere al abuso o amenaza que se ejerce sobre una persona con el objetivo de obligarla a participar en conductas sexuales no consensuadas. Este tipo de violencia constituye un acoso que ataca la integridad física y psicológica de las víctimas, sometiéndolas a las peores vejaciones y atrocidades mediante la coacción.
La violencia sexual adopta diversas formas, especialmente en niños y mujeres afectados por conflictos en sus países de origen, como la prostitución forzada, la esclavitud sexual y las violaciones, entre otros actos.
Estas experiencias de violencia sexual dejan secuelas profundas que marcan la vida de las víctimas a lo largo de los años. Los sobrevivientes relatan las marcas físicas y psicológicas que resultan difíciles de superar.
Por este motivo, muchas de estas personas requieren ayuda para sanar sus heridas, mientras que otras deben vivir de forma permanente con los recuerdos y las traumáticas experiencias.
En respuesta a esta problemática, las Naciones Unidas establecieron este día para promover la prevención y el cese definitivo de la violencia sexual en los conflictos a nivel mundial.
El objetivo principal es brindar apoyo a todas las víctimas de violencia sexual derivada de los conflictos, abordando sus necesidades y defendiendo sus derechos universales de manera más humanitaria.
Esto implica proporcionar asistencia médica y psicosocial, así como garantizar el acceso a la educación sexual y brindar apoyo económico a las víctimas.