El 22 de junio se conmemora el Día Internacional de los Bosques Tropicales, una fecha establecida en 1999 por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la Organización Mundial de Conservación (WWF) y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Los bosques tropicales desempeñan un papel fundamental en el equilibrio de nuestro planeta. Contribuyen a la absorción de dióxido de carbono de la atmósfera y son vitales para la conservación del medio ambiente. Sin embargo, estos bosques se encuentran en grave peligro debido a amenazas como la fragmentación del hábitat y la pérdida de biodiversidad causada por la actividad humana. Cada año se pierden alarmantes 10 millones de hectáreas de bosques, una situación que necesita ser detenida.
Los bosques tropicales son ecosistemas terrestres que se desarrollan en regiones de alta temperatura y se caracterizan por su ambiente húmedo. Son áreas de gran extensión generadas por la sucesión natural y albergan una asombrosa diversidad de flora y fauna, con más de 15 millones de especies de árboles, arbustos y plantas trepadoras.
Estos bosques se localizan entre el Trópico de Capricornio y el Trópico de Cáncer, cerca de la línea ecuatorial, en países de América del Sur, África y el suroeste de Asia. Debido a los niveles constantes de iluminación natural y temperatura a lo largo del año, se presentan como zonas boscosas de gran importancia.
Entre los tipos de bosques tropicales se encuentran:
- Bosque Tropical Lluvioso: Son bosques sin estaciones secas y con precipitaciones superiores a 2.500 mm. La región amazónica alberga la mayor extensión de bosque tropical lluvioso en el mundo.
- Bosque Tropical Húmedo Caducifolio: Estos bosques son menos biodiversos y reciben precipitaciones anuales de 1.000 a 2.000 mm.
- Bosque Tropical Seco y Semi Seco: Presentan precipitaciones anuales de 500 a 1.000 mm y experimentan períodos extensos de sequía. Se encuentran principalmente en África.
- Formaciones de Bosques Tropicales en tierras altas: Se ubican en colinas o montañas con altitudes superiores a los 800 metros sobre el nivel del mar. En América Latina, se pueden encontrar en la Cordillera de los Andes.
Los bosques tropicales ofrecen una serie de beneficios incalculables para el planeta y nuestra vida cotidiana. Desempeñan un papel relevante en la erradicación de la pobreza y en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Algunos de sus beneficios incluyen:
- Ser hábitat de miles de especies de plantas, aves, mamíferos, reptiles y anfibios.
- Contribuir al equilibrio del oxígeno, el dióxido de carbono y la humedad en el aire.
- Regular el ciclo del agua y prevenir inundaciones.
- Ayudar en la lucha contra el cambio climático al absorber dióxido de carbono (CO2).
- Contribuir a prevenir la erosión del suelo.
- Albergar más del 80% de las especies animales y vegetales.
- Proporcionar materia prima para la producción de alimentos, medicinas y combustibles.
- Mejorar el bienestar físico y mental de las personas, beneficiando el sistema inmunológico, reduciendo la presión arterial y ofreciendo un ambiente propicio para la relajación.
Sin embargo, estos bosques tropicales se enfrentan a diversos riesgos y peligros causados principalmente por la actividad humana y la falta de políticas y directrices adecuadas por parte de algunos gobiernos y naciones para su protección. Algunos de estos riesgos incluyen incendios forestales, invasiones de áreas boscosas para asentamientos ilegales, construcción de infraestructuras, proliferación de cultivos ilícitos y deforestación indiscriminada, que contribuye a la emisión de gases de efecto invernadero, el calentamiento global y el cambio climático.
En el año 2023, el lema de la campaña del Día Mundial de los Bosques Tropicales es “Conservar. Restaurar. Regenerar”.