El Día Internacional del Taekwondo se celebra cada 4 de septiembre en todo el mundo, conmemorando un hito histórico que cambió el destino de esta antigua arte marcial. Esta fecha especial se relaciona con la decisión trascendental tomada el 4 de septiembre de 1994, cuando el Comité Olímpico Internacional (COI), en su sesión en París, oficialmente incluyó al taekwondo como deporte olímpico.
El taekwondo, con una historia reconocida de más de 200 años, tiene sus raíces en Corea y comparte su linaje con otras destacadas artes marciales asiáticas, como el kung fu y el karate. A lo largo de su evolución, el taekwondo ha mantenido su esencia y se ha convertido en un arte marcial distintivo que destaca por sus particulares combinaciones de golpes que involucran tanto las extremidades superiores como las inferiores.
La entrada triunfal del taekwondo en el escenario olímpico se produjo en los Juegos Olímpicos de Seúl en 1988, donde se presentó como deporte de exhibición. La audiencia mundial pudo apreciar por primera vez la destreza y la potencia de los taekwondistas en este prestigioso evento deportivo.
Luego, en los Juegos Olímpicos de Barcelona en 1992, el taekwondo volvió a ser presentado como deporte de exhibición. Sin embargo, fue en la sesión del COI el 4 de septiembre de 1994 cuando se tomó la histórica decisión de otorgar al taekwondo el estatus de deporte olímpico oficial, un reconocimiento que lo catapultó a una audiencia global aún mayor y lo convirtió en un pilar duradero de los Juegos Olímpicos.