Poco antes de las once de la noche, en la penúltima ceremonia dirigida por Andrés Manuel López Obrador, el entusiasmo comenzó con un susurro de “Es un honor estar con Obrador” que se propagó por la plaza mayor, protegida por militares vestidos de civil.
El presidente apareció en el balcón a tiempo, entonó los tradicionales “vivas” y pronunció un discurso en el que también vitoreó a los migrantes y a valores como la libertad, la justicia, la igualdad, la democracia, la soberanía y la fraternidad universal. Además, lanzó vítores contra la corrupción, la avaricia, el racismo y la discriminación, los cuales fueron recibidos con entusiasmo por la multitud.
En la primera sección frente al Palacio Nacional, ocupada por personas con brazaletes blancos, no se llenaron todos los espacios, pero esto no disminuyó la emoción de los asistentes ante los discursos presidenciales. López Obrador había introducido la tradición de incluir “mueras” a la corrupción, el clasismo y el racismo en su discurso del año anterior.
El penúltimo grito de López Obrador se llevó a cabo con notables ausencias de los representantes de los poderes legislativo y judicial, y solo algunos de los balcones se abrieron para invitados al Palacio. La falta de invitación generó preguntas sobre su impacto en la opinión pública y el ánimo del pueblo.
A pesar de estas ausencias, la ceremonia continuó con el tradicional espectáculo de fuegos artificiales y la actuación del grupo Frontera, quienes interpretaron sus éxitos. La canción más aclamada por la multitud en la primera parte del concierto fue “El Rey” de José Alfredo Jiménez.
🔵➡ “Es un honor estar con Obrador”, el grito del pueblo en el Zócalo para AMLO. #VIDEO #País 👇👇 pic.twitter.com/7EM4bAY0Gt
— Grupo Marmor Multimedios (@Grupo_Marmor) September 16, 2023