Integrantes del grupo de búsqueda de desaparecidos “Todos Somos Erick Carrillo” hicieron un perturbador descubrimiento en el kilómetro 13 de la carretera que conecta Tijuana y Tecate, en Baja California.
Allí encontraron los cuerpos sin vida de cuatro individuos, quienes presentaban heridas de bala y estaban con las manos atadas detrás de la espalda. Este lugar es conocido por ser una ruta común utilizada por personas que buscan ingresar a los Estados Unidos.
Según un comunicado del Instituto Nacional de Migración, se presume que las víctimas eran migrantes mexicanos que fueron ejecutados por miembros del crimen organizado. Un compatriota se presentó en las oficinas de Grupo Beta Tecate el 20 de septiembre para reportar que dos de sus familiares intentaron cruzar a los Estados Unidos un día antes, pero fueron atacados con armas de fuego mientras avanzaban por la zona montañosa.
El informante relató que uno de ellos perdió el conocimiento y, al despertar, no pudo encontrar a su compañero, por lo que recurrió al Instituto Nacional de Migración en busca de ayuda para localizarlo y brindarle asistencia, ya que podía estar herido. Aunque inicialmente las labores de búsqueda no tuvieron éxito, los agentes del Instituto Nacional de Migración se encontraron con miembros del grupo de búsqueda en la mañana del 21 de septiembre. Tras compartir información, se confirmó que uno de los cadáveres pertenecía al migrante desaparecido.
Como parte de los procedimientos legales, se notificó a las autoridades pertinentes para resguardar los cuerpos de las personas fallecidas y llevar a cabo las investigaciones necesarias.