Por Decreto Oficial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el 29 de septiembre, quedó establecido para celebrar el Día Internacional de la Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos, cuyo principal objetivo es evitar que los alimentos se desperdicien, ya que son un bien escaso, sobre todo, en aquellos países donde los índices de pobreza van en aumento cada día.
A nivel global, entre la cosecha y la venta al por menor se pierde alrededor del 14% de los alimentos producidos, mientras el 17% del total de la producción de alimentos se desperdicia en los hogares, en el servicio de alimentos y en el comercio minorista, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Además, otro factor importante de señalar, es que, cuando se desperdicia un alimento se está tirando también los recursos empleados para su producción como el agua, la tierra y la energía, sumado al impacto en la emisión de gases con efecto invernadero que tanto perjudica al medio ambiente.
Por lo anterior, uno de los propósitos primordiales que pretende atacar la Agenda del Desarrollo Sostenible en el año 2030 es el que concierne al hambre cero. Sin embargo, aún falta fortalecer las políticas para atacar este mal y al menos, reducir la problemática.
