Al interior de la república mexicana existe la tradición más importante del año, la cual mezclada con culturas diferentes a todos nos une el día de muertos sin duda alguna, ya que esta celebración posee características únicas para México.
Entre calaveras, papel china, agua bendita, sal, comida y el increíble pan de muertos son solo algunas de las cosas que los mexicanos ponemos en el altar para nuestros seres queridos.
Ante ello, existen de todo tipo de pan de muerto, en Ciudad de México suelen realizar el pan de muerto clásico, redondo, solo que añaden un espolvoreado de azúcar rosa, que hace alusión al uso ceremonial del color rojo en la época prehispánica, pero también venden rosquillas de azúcar colorada y los panes en forma de mariposa, ya que se creía que al morir las niñas se convertían en mariposas.
Por otro lado, en Guerrero suelen hacer panes con forma de muñecos, adornados con azúcar de color morado y rojizo, en Tixtla se elaboran panes conocidos como ‘almas’, que tienen figura humana.
En el estado de Guanajuato duelen también elaborar las ‘almas’ con forma de figura humana, solo que los panes que representan a los adultos son glaseados blancos y al centro un punto de azúcar rosa, para los niños son todos blancos.
Mientras que en Oaxaca están las ‘regañadas’, panes de pasta hojaldrada que se utilizan en las ofrendas, y que representan las ‘almas’ de personas o animales.