Carlos Antonio Romero Deschamps, el ex líder del sindicato petrolero, murió a la edad de 79 años el jueves, según confirmaron fuentes sindicales.
Romero, oriundo de Tampico, Tamaulipas, renunció a su posición en octubre de 2019. Fue elegido por primera vez el 25 de junio de 1993, en reemplazo de Sebastián Guzmán Cabrera, quien había liderado el sindicato después de la caída de Joaquín Hernández Galicia, conocido como La Quina, en enero de 1989. A partir de su renuncia, cuatro años antes de finalizar su último mandato al frente del STPRM, Romero se mantuvo apartado de toda actividad política.
El antiguo líder comenzó su trayectoria en Pemex a los 26 años como conductor de pipa, y anunció su retiro a la edad de 76, dejando uno de los sindicatos más grandes y poderosos de América. Según los datos disponibles, el STPRM cuenta con casi 100 mil miembros que disfrutan de las condiciones laborales más favorables en el sector.
Uno de los episodios más controvertidos en los que estuvo involucrado fue el escándalo del Pemexgate, que implicó el desvío de una gran cantidad de recursos del sindicato hacia la campaña presidencial de Francisco Labastida, candidato del PRI, en el año 2000.
Romero Deschamps asumió la presidencia del sindicato en 1993, sucediendo a Joaquín Hernández Galicia después de su encarcelamiento. Si bien renunció al cargo principal del STPRM en 2019, no dejó de ser oficialmente empleado activo hasta marzo del año pasado, según su propia decisión.
Durante sus 26 años al frente del sindicato, esta organización recibió una cantidad significativa de apoyo financiero para sus gastos.
En febrero de 2020, recibió 6 millones de pesos mensuales en virtud de la cláusula 251 del contrato colectivo, además de aproximadamente mil 200 millones de pesos al año por concepto de cuotas sindicales.
Según grupos disidentes, se estima que Pemex transfiere alrededor de 300 millones de pesos anuales a la organización.