La Navidad es un período de celebración centrado en el nacimiento de Jesús, pero también destaca la importancia de la Sagrada Familia, que representa a Jesús, María y José, quienes peregrinaron por el nacimiento del hijo de Dios. Según la Iglesia católica, la familia es una unidad donde cada miembro forma un solo cuerpo.
La Sagrada Familia, descrita por el Papa Pablo IV como un signo de “amor, belleza austera y sencilla”, sirve como modelo perfecto del hogar cristiano. Cada miembro tiene significados simbólicos: José representa calma y serenidad, María simboliza la modestia y sumisión, mientras que Jesús personifica la humildad y sumisión.
La celebración de la Sagrada Familia tiene lugar el 26 de diciembre, un día después de Navidad, en honor al peregrinar de María y José.
Instaurada en 1921 por el Papa Benedicto XV, originalmente se celebraba el primer domingo después de Navidad, pero la fecha fue modificada por el Vaticano. Este día se destina a reflexionar sobre la vida y la unión familiar, permitiendo realizar peticiones para mejorar la convivencia y vivir en armonía.