El número de muertos por el terremoto de Año Nuevo en Japón ha aumentado a 161, con 103 personas aún desaparecidas, según informaron las autoridades locales. El epicentro del sismo de magnitud 7.5 fue en la región central de Ishikawa.
El desastre provocó la caída de edificios, incendios y olas de tsunami. A pesar de las dificultades, miles de rescatistas de todo Japón se movilizaron para ayudar en las operaciones de socorro, enfrentando cortes de carreteras y deslizamientos. Condiciones meteorológicas adversas, incluyendo nevadas, han complicado las labores.
En un sorprendente rescate, una nonagenaria fue encontrada con vida después de pasar cinco días bajo los escombros en Suzu. Las autoridades sanitarias estiman alrededor de 100 muertes desde el primer día del desastre.