Un hombre de 71 años, Joao Pimenta da Silva, perdió la vida al caer en un pozo de 40 metros que él mismo excavó en su casa, motivado por un sueño donde veía oro bajo su propiedad. A pesar de las advertencias de expertos sobre la falta de oro en la zona, Joao vendió todas sus posesiones y contrató a un biólogo local, Teófilo Otoni, para iniciar la excavación en su cocina.
A los 19 metros, descubrieron agua en lugar del oro esperado, pero Joao persistió. A pesar de los consejos en contra, intentó descender al pozo, resultando en una caída fatal. Equipos de emergencia rescataron su cuerpo, comparando la profundidad del pozo con la caída desde un edificio de 13 pisos.
Las autoridades instaron a la precaución y a buscar asesoramiento profesional antes de emprender proyectos sin fundamentos técnicos.
