Morelia, Michoacán, a 12 de enero de 2024.- La violencia asociada al crimen organizado en el estado de Michoacán ha acaparado los titulares de la prensa y mantiene preocupada a la ciudadanía, pues al comenzar el 2024 ni políticos ni policías se han salvado de sus garras; con el proceso electoral 2024 en puerta, así como el consecuente reacomodo político y criminal, la violencia amenaza con aumentar.
De acuerdo con cifras oficiales, 76 personas han sido asesinadas del 1 al 11 de enero; entre las víctimas se encuentra un agente de la Guardia Civil (policía estatal), ultimado en Churumuco, y la coordinadora de Movimiento Ciudadano en Jacona, ultimada en Zamora.
El crimen contra Miriam Ríos, registrado el pasado 11 de enero, es el primer homicidio de un político en el proceso electoral 2024 en Michoacán.
El domingo 7 de enero, civiles armados, miembros de la delincuencia organizada, se enfrentaron a balazos en el municipio de Zinapécuaro. Los delincuentes usaron camionetas clonadas de la Fiscalía del estado y Guardia Nacional, de acuerdo con vecinos, policías municipales ayudaron al cártel local a defenderse del ataque y desaparecer cuerpos de la escena del crimen.
Un día antes, el 6, en Churumuco, un operativo federal para capturar a un líder de la delincuencia local, derivó en la toma del municipio por civiles que se confrontaron con las autoridades. Aunque trascendió la detención del objetivo criminal, nunca se confirmó este hecho.
Horas después de este operativo, ya el domingo, se anunciaba el homicidio de un agente de la policía estatal, lo que motivó otro operativo policiaco.
La mañana del 9 de enero, los cuerpos maniatados de tres personas fueron localizados en el municipio de Cuitzeo, solamente a 30 minutos de Morelia, ciudad en la que horas después serían hallados otros dos cuerpos maniatados.
También el día 6, fue localizada en Zamora una cabeza humana con un mensaje amenazante de la delincuencia organizada.
Mientras la violencia arrecia, el proceso electoral 2024 está en puerta y los intereses políticos y criminales desbordados, anticipándose más violencia y unas elecciones marcadas por la sangre.