En 2005, un gatito de seis meses llamado Oscar fue adoptado por un asilo de ancianos en Estados Unidos con la intención de convertirlo en un gato de terapia. Sin embargo, los trabajadores del asilo comenzaron a notar un comportamiento peculiar en Oscar que desconcertó a todos.
A pesar de que Oscar generalmente prefería la soledad, ocasionalmente se acurrucaba en la cama de un residente. Lo inusual era que el residente al que el gato abrazaba solía fallecer en cuestión de horas.
Lo que al principio parecía una coincidencia eventualmente se convirtió en un patrón alarmante. Después de que Oscar estuvo presente en el fallecimiento de 20 residentes, el personal comenzó a especular que el gato tenía la capacidad de prever la muerte. En consecuencia, cuando veían al gato cerca de un residente, alertaban a sus seres queridos.
Investigadores sugieren que Oscar podía detectar los bioquímicos liberados por las células moribundas, lo que explicaría su comportamiento de buscar consuelo junto a aquellos que estaban cerca del final de sus vidas.
En una ocasión, el personal estaba convencido de que un residente estaba a punto de fallecer, pero Oscar se negó a sentarse con ellos. Sorprendentemente, el gato eligió a otro residente que parecía más saludable, y esta persona falleció antes que la primera.
La peculiaridad de Oscar se mantuvo a lo largo de los años, y el gato predijo con precisión más de 100 muertes. Oscar falleció en 2022, dejando tras de sí un enigma que ha dejado perplejos a los cuidadores y residentes del asilo. Su historia continúa siendo objeto de fascinación y especulación en la comunidad.