La historia de Geraldine Fernández, la ilustradora que falsamente afirmó haber trabajado en la película “El niño y la garza” de Hayao Miyazaki, ha generado un escándalo viral con críticas y burlas hacia ella. Inicialmente, ganó notoriedad al declarar que contribuyó con ilustraciones para 25 mil fotogramas de la película ganadora del Globo de Oro.
Las redes sociales cuestionaron sus afirmaciones al notar la ausencia de su nombre en los créditos y considerar la cantidad de trabajo declarada inverosímil. Ilustradores internacionales señalaron el fraude al no encontrar su nombre en sitios especializados. Se descubrió que sus certificados de participación eran de cursos de cerámica, no de animación, y que la maestría que afirmó haber cursado en Japón solo se ofrecía de forma virtual.
En una entrevista posterior, Fernández admitió haber exagerado su participación, reduciendo la cifra de ilustraciones a unas modestas 300 o menos.