En Facebook, la detección de perfiles falsos se realiza a través del reconocimiento facial, donde la plataforma utiliza un software para crear una plantilla del rostro de los usuarios, almacenándola para identificarlos en fotos compartidas.
Aunque la herramienta fue presentada como un medio para proteger la seguridad, generó controversia en Europa. Inicialmente, la opción era obligatoria, pero debido a la resistencia de los usuarios europeos, se volvió una elección personal.
Para controlar la extracción de datos, Facebook aplicó medidas más estrictas en el reconocimiento facial, especialmente en Europa y Estados Unidos.
La activación de esta función permite a los usuarios encontrar y verificar fotos en las que podrían aparecer, estar al tanto de imágenes no etiquetadas y protegerse contra impostores o ladrones de identidad.
Sin embargo, algunos cuestionan la privacidad, ya que Facebook genera automáticamente modelos faciales sin claridad sobre quién los diseña o quién puede acceder a ellos. Aunque las medidas de seguridad se implementaron desde 2018, muchos usuarios desconocen que tienen la opción activada.