Según una investigación realizada por el portal estadounidense ProPublica, se sostiene que el Cártel de Sinaloa habría contribuido con aproximadamente dos millones de dólares a la primera campaña presidencial de Andrés Manuel López Obrador. El reporte, redactado por el periodista Tim Golden, indica que agentes antidrogas estadounidenses habrían descubierto supuesta “evidencia sustancial” que señala que los principales traficantes de cocaína canalizaron dicha suma hacia la campaña del político tabasqueño en 2006.
De acuerdo con el informe, basado en entrevistas con funcionarios estadounidenses y mexicanos, así como documentos gubernamentales, los fondos fueron entregados a asesores de campaña con la condición de que una eventual administración de López Obrador facilitaría las operaciones criminales de los traficantes. Aunque la investigación no establece si López Obrador estaba al tanto o sancionó estas donaciones, señala que uno de sus colaboradores más cercanos, Nicolás Mollinedo, habría aceptado el acuerdo propuesto.
La fuente de información para la investigación provino de agentes de la DEA que obtuvieron una fuente interna destacada tras el arresto de un exagente de campaña en 2010 por cargos de drogas. Este exagente proporcionó detalles sobre las donaciones en efectivo y grabó conversaciones con Nicolás Mollinedo Bastar, indicando que este último estaba al tanto e involucrado en las donaciones de la mafia de la droga.
Otra fuente citada por las autoridades estadounidenses fue Roberto López Nájera, abogado vinculado a “La Barbie”, quien presuntamente asignó a López Nájera para reunirse con funcionarios de la campaña de López Obrador y organizar los pagos. Posteriormente, presentaron a Mauricio Soto Caballero, un empresario y operador político que, según la investigación, habría recibido los fondos en tres entregas a lo largo de varios meses.
