Aunque no había ninguna duda, Taylor Swift ya llegó a la Ciudad del Pecado, fue captada en el Allegiant Stadium de Las Vegas para ver a su nuevo novio, Travis Kelce, y los Kansas City Chiefs enfrentarse a los San Francisco 49ers en el Super Bowl LVIII.
Acompañada por su madre Andrea Swift, Blake Lively y Ice Spice, entre otros amigos, Taylor vestía un look de color negro, complementado con varios accesorios que han dado mucho de qué habla.
Taylor optó por un busiter de color negro, complementado con unos jeans rotos de Area, también lució una chamarra roja, color elegido por los Kansas City Chiefs para el Super Bowl, el cual tiene en la parte posterior el número 60.